El reto principal de mantener una iluminación adecuada en hospitales y centros de salud es el hecho de que hay una gran variedad de requerimientos. Médicos y cuidadores necesitan estados de iluminación que sean compatibles con sus tareas, que exigen un alto nivel de concentración. Por otro lado, los hospitales y servicios sanitarios precisan tener en cuenta el bienestar en el confort de los pacientes.
Por consiguiente, la iluminación debe cumplir las necesidades y preferencias de varios grupos de personas en diferentes situaciones, combinándolo además con la expectativa de conservar el consumo energético lo más bajo posible. El mantenimiento y las tareas de servicio también es un aspecto crucial en este tipo de aplicaciones puesto que el acceso a las habitaciones es limitado o difícil, con lo que los costes de reposición de lámparas se ven aumentados. Por este motivo es obligado el uso de componentes fiables y con elevadas duraciones de vida útil.
En las unidades de cuidados intensivos que tienen una alta concentración de equipos electrónicos sensibles, pueden existir requisitos especiales para soluciones de iluminación. Un ejemplo sería la modulación de anchura de impulso (PWM) que se usa generalmente para la regulación del LED, que puede constituir un peligro, pues puede interferir con la pulxiometría. Por lo tanto el uso de la regulación por amplitud en este tipo de áreas de alta sensibilidad es recomendable.
En algunos países es una exigencia legal el uso de módulos LED específicos que favorezcan la detección de la cianosis. Esto es difícil de conseguir con fuentes de luz de fluorescencia. Los módulos LED con espectros específicos ayudan a determinar de una manera precisa el color de la piel para una detección prematura de la cianosis.